Esa lata de aluminio que tiras casualmente al contenedor de reciclaje podría encontrar su próxima vida en el fuselaje de una aeronave, en piezas automotrices o en estructuras de edificios. Esto ejemplifica la notable propiedad del aluminio de ser infinitamente reciclable.

     El aluminio es un metal blanco plateado y ligero, con un brillo característico. Con una densidad de apenas 2,70 g/cm³, un punto de fusión de 660°C y un punto de ebullición de 2327°C, ocupa el tercer lugar entre los elementos más abundantes en la corteza terrestre —es el elemento metálico más común. Aunque el mineral de aluminio no escasea en comparación con metales como el cobre, el principal desafío radica en el proceso de fundición, que consume mucha energía. 

En línea con el impulso de China para desarrollar un sistema integral de reciclaje de recursos, las «Condiciones Estándar para la Industria de Metales No Ferrosos Reciclados» apuntan a una cobertura nacional obtener un rendimiento superior a 20 millones de toneladas de metales no ferrosos reciclados para 2025, siendo el aluminio reciclado aproximadamente la mitad.

El aluminio puede ser reciclado casi indefinidamente sin perder sus propiedades esenciales. Considere estos datos convincentes:
⚡ Produciendo una tonelada de aluminio primario mediante electrólisis —el método actualmente predominante— consume aproximadamente 14.000 kWh de electricidad.
♻️ Reciclar una tonelada de chatarra de aluminio utiliza solo el 5% de la energía necesaria para la producción primaria, mientras se ahorran alrededor de 4 toneladas de bauxita y se reducen las emisiones de carbono en 15 toneladas.

Esto convierte el reciclaje de aluminio en uno de los procesos más eficaces y económicamente viables para la conservación de energía y la reducción de emisiones entre los materiales a granel, un componente indispensable en los esfuerzos globales por alcanzar la neutralidad de carbono.

 Además, la resistencia del aluminio puede mejorarse significativamente mediante aleación. Por ejemplo, las aleaciones de la serie 7000 —con adición de zinc y magnesio seguida de tratamiento térmico— alcanzan una resistencia excepcional, aunque esto plantea desafíos específicos durante el reciclaje. 

Reciclaje de chatarra de aluminio

Los molinos de martillos convencionales a menudo resultan inadecuados para procesar aleaciones de aluminio resistentes, ya que suelen presentar un alto consumo de energía, una generación excesiva de polvo, un desgaste rápido y atascos frecuentes—especialmente con materiales contaminados por plásticos o caucho.

La trituradora XLS 4500 de SID aborda estos desafíos con soluciones diseñadas para el pretratamiento de chatarra de aluminio:

⚙️ Trituración de precisión

Su funcionamiento a baja velocidad y alto par proporciona un procesamiento de alta capacidad, transformando diversas formas de aluminio en fragmentos uniformes con tamaño ideal para las etapas posteriores de separación—lo que mejora tanto las tasas de recuperación como la pureza del metal.

⚙️ Diseñado para la durabilidad

Los componentes críticos, incluido el eje principal, están fabricados con acero de aleación resistente al desgaste. Las piezas propensas al desgaste presentan diseños reforzados y son re-soldables, lo que garantiza una vida útil prolongada con requisitos mínimos de mantenimiento.

⚙️ Operación inteligente

Un sistema de protección automatizado permite la inversión inmediata del eje de la cortadora y alerta a los operadores al detectar materiales no triturables, evitando daños y manteniendo la continuidad operativa.

La trituradora produce salida de tamaño inferior a 400 mm e incorpora sistemas hidráulicos y de control avanzados para una operación automatizada, menor intervención manual y mayor seguridad.

Desde una simple lata de bebida hasta componentes complejos de aeronaves, la transformación de los desechos de aluminio comienza con la tecnología de SID. A medida que seguimos avanzando en la protección del medio ambiente, invitamos a más socios a unirse a esta misión crucial para el futuro sostenible de nuestro planeta.